Yo tengo otro blog. Fue una tarea para una clase del posgrado la que nos impulsó -a mí y a unos amigos- a meternos en el mundo inagotable de la blogósfera, y desde ahí quedamos prendados. Ahora es casi una tarea diaria ver qué han publicado los demás y pensar en qué podemos incluir de nuevo. Mi blog sobre Bogotá me ha parecido un espacio sumamente agradable para relatar lo que encuentro en mi paso por la ciudad. Como me encantó la experiencia, consideré que más que un blog, contar lo que nos sucede es también la oportunidad de tener un terapeuta gratuito.
Nunca le he pagado a ningún psicólogo ¿para qué? para eso están mi mamá y mis amigos. No tengo resquemores en contar nada...y generalmente me dan mi dosis necesaria de consejos. Los tomo, los pongo en práctica, a veces no tanto. El caso es que creé Mi Terapeuta, como el complemento necesario a tales actividades de catarsis. Si no hace el efecto debido, igualmente será grato registrar mis apreciaciones acerca de todo lo que se me ocurra. Tal vez me ayude a ordenar mis ideas o -de repente- se convierta en un cancionero improvisado, la verdad es que no sé a dónde irá. Todo dependerá de mi estado de ánimo y de lo que vea, sienta, piense, crea, escuche, recapacite, elucubre, insulte...en fin, del día a día conmigo misma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario