jueves, 21 de febrero de 2008

¡A guardar el dinero debajo del colchón!

Los banqueros, esos señores tan "serios", van de cuello blanco por allí y corbata a la moda, pero cuánta falta hace que les hagamos un boicot y el que crea que estoy loca que lea lo que a continuación contaré, una vez más fui objeto de las infamias de la burocracia, afortunadamente finalizó el tormento, pero lo que soy yo desestimo la labor de la banca, hasta que se demuestre lo contrario, quizás me den luego un crédito fabuloso con el que me compre mi primera vivienda o algo similar, por lo pronto cero estima para los CDM banqueros del globo terráqueo.

Con esto de CADIVI en Venezuela, la comisión que administra las divisas, tuve que pasar por segunda vez por el horror de los bancos y sus códigos, cláusulas, términos, mecanismos y paremos de contar. Para el mes de noviembre de 2007 se me aprobaron los dólares que por concepto de estudiante me corresponde recibir en mi actual sitio de residencia, Bogotá. Mi padre fue al nefasto Central Banca Universal y allí depoditó el dinero que debía ser transferido a mi cuenta del Banco de Crédito en la capital de Colombia.
Pasaron uno, dos, tres, y cuatro meses, en el Banco de Valencia (ubicado en el CC Cristal, ojo con eso, no se equivoquen) no daban respuesta de nuestro dinero, se lo había comido la cuenta. Mi papá recibía una y otra vez respuestas insatisfactorias de la incapaz gerente del banco (llamémosla Roselia). Imagínense oir una y otra vez en voz de esta señora razones como estas: "Debe haber llegado ya señor, no tenemos constancia de eso, averígue allá, no sabemos señor, no tenemos ningún papel que diga que llegó el dinero señor".

En consecuencia mi padre, dado a la justicia y a no quedarse callado en casos así alzó el grito de protesta, pidió a la gerente seriedad, les amenazó con traerle a los periodistas amigos si en 3 días no se depositaba el dinero, instó a los ahorristas (con voz estentórea) a que sacaran su dinero del banco, viajó a Caracas e inició una denuncia a través de la Superintendencia de Bancos en la que pedía una investigación a este Banco que ya cuenta con varias denuncias en su haber.

Por mi parte en varias ocasiones llamé al Banco de Crédito para saber si había llegado un giro a mi nombre, pero nada, no aparecía. A todas luces era un problema de los incapaces del banco de allá, eran una partida de delincuentes y estaban haciendo dinero a costillas de la plata de los ahorristas, no había otra explicación.

Al cuarto mes de espera, y cuando en el banco de allá prácticamente nos detestaban, me llamó una amiga que también pasaba por la misma situación, feliz, le había llegado la manutención de estudiante.

Yo feliz por mi amiga pero indiganada porque tenía esperando más de lo deseado me quedé de una pieza, no podía ser que luego de que nosotros denunciáramos aún no recibiéramos la anhelada remesa.

Acto seguido llamé por cuarta vez al Banco de Crédito, a la tal mesa de dinero: " señor, busque una transferencia bancaria procedente de Venezuela, a nombre de Tania Nieto". La respuesta era la de siempre: "no, no ha llegado señorita, quién sabe qué habrá pasado, pregunte en su banco de allá".

Yo: "señor no quiero llamar más a ese banco que hasta una denuncia le tenemos por incompetentes, revise en enero entonces, ahí debe estar"

Él: No, en enero no está.

Yo (exaltada): Mire señor revise en diciembre entonces, mi papá se llama Carlos Nieto y yo soy Tania Nieto, su hija, tenemos una cuenta en común, yo figuro como firma autorizada, hágame el favor y búsqueme, es imposible que el dinero se haya esfumado.

Él (risueño por mi estrés y la denuncia que le montamos al Banco de Venezuela): a ver, en diciembre no figura nada.

Yo: bueno señor, ese dinero salió de Venezuela un 15 de noviembre de 2007, puede revisar en noviembre a ver si está.

Él (con voz de sorpresa y falsa alegría): A ver, ayyy síii, ajá, sí, acá está, el dinero llegó ese mismo día a Colombia.

Yo: ¡¡¿Quéeeeeeee????!!!!! qué es eso, pero yo he llamado mil veces y me han dicho que no, que no había llegado, qué pasó con ustedes, gracias a esa falla de comunicación denunciamos al banco equivocado.

Él: lo que pasa es que las firmas autorizadas no aparecen en el sistema por eso no teníamos ni idea de quién recibiría el dinero.

Hasta acá paro el diálogo, no quiero contarles del estrés, de la voz quebrantada de mi padre por teléfono hablando del retiro de la denuncia a los incompetentes culposos, de mis largas visitas al banco de crédito, dos para ser precisa, para que atinaran a ubicarme como segunda titular y lograr hacer de este modo la transferencia bancaria. Lo cierto es que luego de esto le tengo hasta tírria a los bancos, idea, sospecha, prejuicio, en fin... quiero volver a meter el dinero debajo del colchón, no gana intereses, pero me quita menos años de vida y me saca menos canas. Saludos a todos, y mosca con los bancos que eligen para sus trámites.

Para mis amigos venezolanos me queda una recomendación, los trámites de CADIVI son más rápidos y eficientes por Italcambio. No conozco a nadie que me cuente lo contrario. Suerte con eso. Y aprovecho para decir ¡Abajo el control de cambio! mientras uno como bolsa pide escasos dólares para sus remesas, hay otros haciendo negocios sucios con las tarjetas de viajero de CADIVI... y entonces... ¿¿¿dónde está el país que queremos???

lunes, 14 de enero de 2008

Mi primer aniversario con... Bogotá

Mañana se cumple un año desde que pisé por primera vez esta ciudad que me sorprende cada día, Bogotá y sus calles numeradas, su gente caminando a paso apresurado, su diversidad, sus numerosos lugares de encuentro, sus festivales, ferias y eventos múltiples, sus mercados de pulgas, sus maravillosos parajes, sus plazas, sus universidades, su ciclovía, sus platos típicos, sus museos, su movida cultural y nocturna, y tanto más por ver y hacer.
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Poco antes de mi resolución de venirme, la adorable Valencia de mi adolescencia se me hacía pequeña, tan parecida a lo de siempre, apacible y calurosa, "ya no me hallaba" como dicen por ahí, además todo aquello en lo que creí con fuerza y enceguecida pasión alguna vez, el trabajo en una radio local que me hizo sentir dichosa y reconocida por un buen tiempo y un larguísimo noviazgo perdieron todo sentido. Por un momento sentí que podía volver a creer, el momento fue muy breve, casi incipiente, y a partir de allí me aferré a una idea: lo único que podía hacer para recobrar la alegría habitual, la dicha de conocer gente nueva y encontrar un trabajo retador era irme.

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Empezaron a aparecer las opciones, Caracas era viable, cerca de Valencia, cosmopolita y agresiva, o los posgrados en Valencia, quedándome pero haciendo otras cosas, y Bogotá, inalcanzable en los primeros pensamientos, toda una aventura, lejos del cobijo familiar tan cómodo y reconfortante, uyyy Bogotá... cuándo la conocería, no, quizás no tan pronto, quizás nunca.

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Y en una conversación con mis padres salen las opciones, 10 carpetas con diversos posgrados, a la derecha mi madre apoyando cualquier decisión que se tomara si era para mi bien, frente a mi, mi padre queriendo que me olvidara de esa idea loca de recobrar cualquier terreno perdido en los ámbitos del trabajo o del amor. En la última de las carpetas que mostré como signo de mi interés en dar un vuelco a mi vida, el posgrado en la Pontificia Universidad Javeriana. Lo mostré por no dejar, como diciendo sé que es difícil pero qué se pierde con ello.
Todas las opciones parecían factibles y sencillas, incluso la última, y fue por ella que votamos. Seriamente mi padre me pidió todos los detalles de esa vía, la que a mi juicio parecía más difícil fue la que más nos atrajo. Era verdaderamente un reto, era lo que estaba buscando, era un nuevo comienzo, fuerte sí, intenso sí, pero necesario.
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Busqué, contacté, me vine... presenté mi examen y pasé, busqué mi apartamento y lo encontré, y empezó una aventura que sigue pareciéndome cada día renovada. Nunca me he arrepentido, ni en los días en los que he anhelado abrazar a mis padres, ni en aquellos días donde debo pararme temprano a pagar servicios, ni en los momentos de soledad, ni en aquel tiempo en que fui una desempleada más de mi segunda patria, ni en mi primer cumpleaños fuera de mi tierra lejos de mi familia y amigos, ni en los momentos en que me miro al espejo desteñida por la lejanía del mar, ni en el período en que estuve sin aquel novio que tanto quise y tanto lloré al venirme, nunca me sentí descontextualizada porque sabía que las razones de mi partida eran tan reales que para qué mirar a atrás.
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Irme fue lo que hice, irme de aquello que ya no quería y llegar a construir sueños que poco a poco me fuí forjando en los días previos a mi partida. Y en esas ando, a un año de mi llegada y con ganas fortalecidas de quedarme más tiempo, porque para qué irme si esto apenas comienza. Como lo he dicho muchas veces, ya vendrá el momento de volver, si ese es el llamado, ese que uno a veces siente como un pálpito irrefrenable en la boca del estómago, ese mismo que sentí cuando pensé en venirme... si ha de ser así será... por lo pronto, sigo acá, feliz, atareada, con proyectos que quiero realizar aquí, con metas por cumplir. Y aquí me quedo.

lunes, 22 de octubre de 2007

Me acordé de una canción


En una entrevista improvisada que me hicieron en la tarde de hoy para un trabajo sobre posicionamiento de marca me preguntaron qué canción reflejaba placer... y sin mucho pensarlo me acordé de una vieja vieja pero buena canción de Pablo Milanés con la cual tengo una anécdota. Cuando tenía alrededor de 8 años, mis padres la escuchaban y no entendía absolutamente nada... sobre todo la frase: humedecer tus ojos y tus fuentes (mi papá me explicaba que eran las fuentes de una plaza, que era una metáfora sobre un parque... claro!) y yo me quedaba aún sin entender, no parecía tener sentido la explicación pero tampoco podía encontrárselo. Cuando contaba con 12 o 13 años, ya entendía la canción y me parecía groserísima, y a partir de los 17 aproximadamente me pareció hermosa, profunda, mágica...ja! la entendí por fin. Eso demuestra cómo nuestras percepciones varían con el tiempo. Aquí les va la letra de la canción que además interpretada por Pablo es todo un deleite para los oídos.

Déjame despertarte con un beso
En la verde mañana que te espera
Déjame celebrar la primavera
En el hermoso largo de tu cuerpo.

Déjame recorrer ese universo
Que conozco sin limites y fronteras
Déjame descansar sobre tu pecho
Que calienta mi piel como una hoguera.
Déjame repasar tus accidentes
Detenerme a palpar cada medida
Humedecer tus ojos y tus fuentes
Y penetrar al fondo de tu vida.

Déjame demostrar que diez noviembres
Purifican el alma y el deseo
Que al abrazarte aún mi cuerpo tiemble
Y relajado en paz me duerma luego.

Déjame al despertar tener la dicha
De hablar y compartir nuestros anhelos
Y en la mañana verde que termina
Volver a repetir que te quiero.
Bella canción ¿no?


Obviamente la canción alude al placer que a todos nos da estar con la persona que nos gusta besar y acariciar...Pero hay más, lo placentero es todo lo que estimule los sentidos, lo que se sienta rico, lo que sea recordable, exquisito, como la buena música, y una tarde escuchando la mejor música del mundo en compañía de los amigos.

Una noche disfrutando de un buen vino, bocadillos exquisitos, y escuchar a Fito Paéz en sus muchos discos। ¡Genial! La buena comida también es un placer... la comida que recuerda la niñez, el hogar, y los tiempos de compartir...



El mar, flotar... descansar, no tener ninguna preocupación solo mantenerse a flote, ¡delicioso! Caminar descalza en la playa, ver el sol caer. Dios! las playas de Margarita, eso es placer... qué maravilla

Lo placentero se ve en colores brillantes, vibrantes, en tecnicolor, se siente bien, dulce pero no en un grado extremo, aventurero, a veces peligroso. Es el hedonismo adaptado a nuestras vidas en algún momento... en la oportunidad que tengamos para hacerlo.

Ahora es el momento de que opines, ¿para tí qué canción refleja el placer? ¿Qué es el placer y cómo se siente? ummm... ¡espero por las respuestas!

jueves, 11 de octubre de 2007

BECOMING CHIBCHOMBIAN

Aquí estoy en la tierra de mis padres, la tierra que me adopta en el año 2007 y de la que no me pienso ir en el mediano plazo... ese es el plan, y hoy más que nunca se vuelve tangible.

La alegría es grande, las esperanzas la superan, y la ciudad que escogí para la aventura, Bogotá, es un lugar mágico lleno de historias, cosas por ver, y una energía bárbara que se respira en el aire, la siento en el corazón como un motor que me empuja a lograr lo que vine a buscar, mis éxitos personales y profesionales, crecer, ser fuerte... verlo todo con el agradecimiento por lo que la vida me ofrece a cada instante.

Acá estoy disfrutando de un momento único, una experiencia que no olvidaré... acá están las nuevas responsabilidades, la aplicación de lo que he aprendido en mis años de estudio, la continuación de mi trabajo en un espacio lleno de oportunidades, de gente que me ha abierto las puertas desde que llegué, en una capital plena de nuevos retos. Qué más puedo pedir ahora, sé que la gente que amo y se quedó en mi país, mis padres y amigos están contentos por mí, sé que estando lejos he apreciado mucho más lo que siempre he tenido, y poderlo hacer me llena el alma de satisfacción.´

He encontrado acá nuevos amigos, ellos se reírán de mi metáfora, pero hemos conformado una especie de comuna hippie siempre presente en los momentos en que cada cual lo necesita...

La vida me sonríe siempre, hoy más que nunca... y anhelo seguir en este camino que comencé, aprendiendo, y viviendo con esta vibra única. Ya vendrá el tiempo de volver con todo lo que he visto aquí, el tiempo de regresar a los orígenes.

domingo, 19 de agosto de 2007

CONSEJOS DE UNA NOVIA FUGITIVA

Si el hombre que amas te muestra una mirada de duda respecto a los temas del futuro, sobre aquellos que tienen que ver con tu proyecto de vida, ése que lo incluye en la casa, con el perro y los bebés… lo más conveniente es huir. La mirada es fácil de reconocer, hay un no sé qué nervioso, inconfundible, como la mirada de los que mienten en las novelas, es un ligero devaneo en la cavidad ocular, como si le costara enfocarte. No hay pérdida en ello, ese hombre no es el indicado para que le confieras el honor de entrar en el plan de la casa con perro… hay que partir. Por supuesto, puede que ese hombre sea mucho de lo que quieres para el proyecto, pero si su mirada tiembla -y no es en buena manera- cuando indagas acerca de lo que vendrá más adelante, si sus acciones por muy buenas que sean parecen opacarse con la bendita manía de evitar temas “controversiales” como qué será de los próximos dos o tres años, es hora de emigrar hacia una tierra más cálida y sobre todo más segura…

Si tu novio parece ser el mejor hombre del planeta, pero cuando menos lo piensas se te atraviesa otra persona que comienza a ocupar tiempo de tu vida, instantes en tu mente, y hay ciertos deseos, casi imperceptibles pero existentes de cometer un error con esa otra persona que se coló en tu mundo ordenado y feliz, obviamente debes irte. Es el indicio de que algo marcha mal, algo falta y aunque no se sepas qué es, porque es difícil de precisar, sin duda alguna “ese algo” está allí y lo seguirá estando aunque se vaya del país aquella otra persona en la que estás pensando sin proponértelo. No falla, es muestra inequívoca de que el plazo amoroso de esa relación acaba de expirar.

Personalmente he sido una novia fugitiva de largas relaciones amorosas que terminaron por A o por B, léase, el párrafo número 1 o el párrafo número 2, en distinto orden pero de esa manera. No hay nada tan complejo como huir, pero a la larga la vida te demuestra que fue lo correcto. Es difícil ver en la mirada del hombre que amas las dudas y temores de que seas tu la indicada, todo lo demás parece desaparecer, las palabras bonitas, las idas al cine, las salidas a comer helado, las rumbas, los viajes, las buenas relaciones con su familia, su atractivo físico, su exitosa carrera, sus logros personales y materiales, su tiempo contigo, todo pierde fuerza frente al casi imperceptible temblor de su mirada ante temas profundos que contengan las palabras futuro y compromiso. Cuando te vayas, verás que en poco tiempo esa mirada quedará allí siempre como marcada con tinta indeleble, pero lejana a tí, inocua, dándote la razón sobre cualquier decisión que tomes. La manera correcta es irse porque nadie debería verte con esos ojos dubitativos si te ama como dice hacerlo, nadie debería darse el lujo nunca de pensar que estar contigo es menos de lo que soñó, nadie debería quitarte tu juventud.

Algunas lectoras pensarán que hay cosas peores, y sí de seguro debe haberlas, he contado con la gracia de tener dos oportunidades para enamorarme perdidamente de dos personas que sigo queriendo y respetando, y dos ocasiones para irme… porque los filtros nunca son suficientes cuando se plantea la posibilidad de un futuro compartido, y en esta época de divorcios frecuentes es más que necesario contar con una intuición a prueba de placebos amatorios. Creo que siempre va a existir alguien que no dude de que tú eres lo mejor que le ha pasado. Hay alguien que espera a que aparezcas, hay alguien que querrá recorrer el mundo contigo, esa persona merece tu agudeza a prueba de amores pequeños. El “amorómetro” debe estar siempre encendido para detectar cuándo sus señales demuestran que es el momento de agradecer por todo lo bonito y partir. Es el momento de agradecer que la vida te ha dado una nueva ocasión para ser libre, para volver a encontrarte con aquello que muy dentro deseas. No es utópico, la vida siempre da giros inesperados y fascinantes, y cuando menos lo piensas ya has llegado al sitio al que en tu inconciente sabías que querías llegar.

martes, 7 de agosto de 2007

Volver...

Anhelaba volver a mi tierra, respirar de su aire, bañarme en su mar, abrazar a mi gente, manejar en sus vías, dormir en mi cuarto (original), conversar con mi familia sin la pantalla del computador como intermediario, reir con los míos, los de siempre, los que a cada instante recuerdo. Llegar con la sensación de que se puede ser feliz en varias partes pero el espacio conocido, ese lugar que consideramos propio siempre se lleva como un tatuaje a donde sea, reconfortante y vivaz.
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Verte, sentir que es momento de partir sin que nada nos ate, sin miedo a equivocarnos, fue quizás lo más representativo del viaje. Saber que la atracción sigue intacta aunque los sueños no sean los mismos, es al tiempo la salida al laberinto, es la certeza de que a veces las cosas que más amamos cambian, evolucionan, dejan de ser como eran. Ya no es una añoranza, es un recuerdo bueno, una referencia de lo que se puede lograr mejorado exponencialmente, quién sabe qué sucederá pero por lo pronto una despedida como ésta es sólo el comienzo de lo que ambos queremos para nuestras vidas.
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Ayyy los amigos, acá un detalle de lo que se puede hacer en menos de dos semanas en la tierra querida: jugar poker en el espacio cerrado de una radio local, en mi caso...perder el dinero para que mi pana Alfred lo disfrute en mi nombre, echar los cuentos sin fin como si nos hubiésemos dejado de ver desde hace años, tomar un buen vino tinto en un lugar nocturno de la ciudad riendo de los rasgos inequívocos de que se está en Valencia, la ciudad nice, provinciana y mantuana... disfrutar de la playa tomando malibú con jugo de piña, jugar tenis de playa sin importar cuántas veces se recogerá la pelota, caminar por Varadero hasta el final cuando parece que ya nadie está, despojarse de accesorios y nadar... qué calma, qué buenos momentos...

viernes, 29 de junio de 2007

De paseo en los B-U-R-O-P-A-Í-S-E-S

Burocracia - Quino

Soy una víctima de la burocracia, todos lo somos, a algunos nos afecta más, otros solamente se dejan llevar, porque para qué perder el tiempo en quejas, si nada va a cambiar, ¿no? Aunque sea una pérdida tiempo, un grito desesperado al ciberespacio, sin respuesta de los FUNCIONARIOS, quiero dejar claro que si hay algo en esta vida que me perturba y fastidia, es reunir papeles, entregarlos, esperar que sirvan de algo, comprobar que un detalle faltó, llevarlos de nuevo, descubrir que otra firma falta, buscarla, llevar los documentos una vez más, saber que ya llegan las vacaciones, esperar respuesta mientras los funcionarios se bañan en el mar, para luego saber que nos aprueban quizás la mitad de lo que pedimos, es decir, sólo una parte de lo que NOS CORRESPONDE por ser ciudadanos del país X o Y.
Justamente estoy en la fase de: comprobar que algo faltó. Cómo puede ser esto posible si tardé días reuniendo cada papelito debidamente legalizado, con sellos, firmas, PAGANDO por un derecho que me pertenece, con filas de por medio llenas de otra gente que también forma parte de este sistema absurdo de la burocracia. He sido otra víctima en el país X y en el país Y, en ambos porque no confían en sus ciudadanos, porque siempre hace falta corroborar que somos íntegros, que no nos quedaremos para siempre en un país del que no somos nacionales, o que efectivamente sacamos dólares del país X para poder estudiar a trabajar afuera, porque ese es nuestro dinero. A quién se le puede decir que de todas formas si nos quisiéramos largar para siempre, estaríamos en nuestro derecho, porque nadie nos puede decir que NO... y por qué sin embargo sentimos que nos dicen que NO.

Por supuesto ya envié las debidas cartas, no las de los sellos y las firmas que ahora faltan, sino las de la queja, en las que muy "diplomáticamente", PORQUE TOCA, les hago ver que no entiendo el motivo del rechazo a la petición.
www.el-libertador.com.ar


Si pudiera saltar por encima de este nefasto sistema, a los del país X les diría que si quisiera emigrar de mi país escogería uno que sí me de seguridad social, no otro con iguales o mayores problemas, porque igual todos los del sur somos una nota, somos buena gente, cálidos, humanos, y qué bueno por eso, pero todos seguimos igual de jodidos.

Si pudiera olvidarme de que sigo a la merced de la firmita siniestra del funcionario, les diría a los que integran la fulana oficina esa en el país Y, que de todas formas esa plata es nuestra, y que sea como sea nos la llevaremos a donde queramos, porque la hemos trabajado duro, sea poca o mucha es nuestra, nos la ponemos en la cabeza, nos la gastamos en el Congo, y que no habrá firma jamás que le ponga coto a nuestros sueños, así tengamos que largarnos a un país nórdico.